Desenmascarando el capitalismo clandestino
Comunidades de todo el mundo están siendo despojadas de sus tierras y recursos naturales por un conjunto de actores financieros. Defender la soberanía de los pueblos es fundamental para garantizar la soberanía alimentaria y promover formas más justas y armoniosas de habitar el mundo. Para ello es necesario una reforma agraria a nivel global.
Introducción
Las poblaciones rurales y urbanas de todo el mundo están sufriendo un dramático aumento del despojo y la destrucción de sus tierras, ríos, océanos, pastos, bosques y hogares. Se enfrentan a la pérdida de acceso y control efectivo sobre sus territorios, la base misma de sus modos de vida y del tejido social de sus comunidades. Tras un análisis realizado por organizaciones de todo el mundo que formamos parte del Grupo de Trabajo de Tierra, Agua, Bosques y Territorio del Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria (GT- CIP Territorio), concluímos que la causa de este espectacular aumento ha sido el “capitalismo clandestino”. Al mismo tiempo, quisimos exponer sus consecuencias para las comunidades y poner en primer plano las luchas de los pueblos por modelos económicos y sociales alternativos, basados en la agroecología y la autodeterminación.